EL HORTELANO
Ahí va el hortelano surcando el arado, caminando despacio, pisando firme la tierra caliza que dios le ha dado. En paralelo, blancas coles alineadas en natural simetría, invitan a su cosecha, mientras los cherry cual pendientes escarlata, su madurez esperan. Pausa el arado: con su hoz se dispone como buen camarada a cortarlas por la base, y así, libres sus raíces, las agradecidas coles se engalanaran renovadas, en una nueva temporada. Y veo: que el hortelano, las coles, cherrys y todo tipo de cosecha, se entienden en una simbiosis de dar y recibir, cuidar y compartir. Esa es la vida sencilla y feliz de hortelano, de una tierra que no habla pero sólo él conoce y ama... y así cultiva con esmero, pues sabe que tras la siembra, los frutos de la cosecha serán su sueldo.