EL HORTELANO
Ahí va el hortelano
surcando el arado,
caminando despacio,
pisando firme la tierra caliza
que dios le ha dado.
En paralelo, blancas coles
alineadas en natural simetría,
invitan a su cosecha,
mientras los cherry
cual pendientes escarlata,
su madurez esperan.
Pausa el arado:
con su hoz se dispone
como buen camarada
a cortarlas por la base,
y así,
libres sus raíces,
las agradecidas coles
se engalanaran renovadas,
en una nueva temporada.
Y veo: que el hortelano,
las coles, cherrys y
todo tipo de cosecha,
se entienden en una simbiosis
de dar y recibir,
cuidar y compartir.
Esa es la vida sencilla y
feliz de hortelano,
de una tierra que no habla
pero sólo él conoce y ama...
y así cultiva con esmero,
pues sabe que tras la siembra,
los frutos de la cosecha
serán su sueldo.
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