REFUGIADOS
Es triste vivir acolmenados,
en cúbicos refugios de cruces,
entre sus ladrillos de cemento,
y fríos hierros de
tenues luces.
Llegan de países lejanos,
con sus sueños en el olvido,
sólo cargando sus recuerdos,
con un sentimiento dividido.
De odio y guerra han llegado,
con creces pagan sus heridas,
que entre cuerpos mutilados,
no dan crédito a sus vidas.
Sus cuerpos temblorosos no hallan,
venganza para tomar partido,
así, con grandes tristezas callan,
sufriendo con su pueblo mentido.
Entre sentimientos lapidados,
sus historias navegan crueles,
y sus campamentos apagados,
viven mil rencores indelebles.
Así, nuestras mentes rayan
un atisbo
desconocido,
pues nuestros medios
no fallan,
al ocultar lo sucedido.
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